mamá y papá,
Ojalá hubiéramos hablado de esto antes…
Estoy en un problema muy grande.

“El texto que nunca esperas recibir.”

Las conversaciones frecuentes con tus niños ayudan a que nunca te llegue ese texto.

A continuación te mostramos algunas herramientas para que comiences mejores y más frecuentes conversaciones con ellos.

Consejos para Mejores Conversaciones

Cuanto más cómodo te sientes teniendo una conversación seria con tus niños, más cómodos se sentirán ellos para decirte que hay algo mal.

En una encuesta reciente, 75% de los niños dijeron que no consumieron alcohol/drogas durante los últimos 30 días. La razón, porque “mis papás se decepcionarían de mí”. Tu opinión es importante para ellos.

Los momentos tranquilos para reflexionar son menos y más esporádicos, así que no esperes.

Cuanto antes comiences, mejor.

Los temas difíciles pueden ser incómodos. Es mejor empezar con preguntas sencillas, y asegurarles a los niños que sus respuestas son válidas y tienen valor.

Escucha primero, y luego responde conforme te diriges hacia a temas más difíciles. Y controla tus emociones, Si estás enojado, no te compartirán nada.

Estás tratando de no ser emocional, pero no dudes en hablar acerca de los valores que son importantes para ti. Los niños lo recordarán en el futuro.

Los niños se enfrentan a desafíos sin precedente con respecto a la salud mental y el consumo de sustancias. Lee al respecto, habla con otros padres. (Y no tiene nada malo no saberlo todo).

Si al terminar, los niños se van sintiéndo bien acerca de sí mismos, es un triunfo. Déjales saber que son amados – y que los vas a ayudar a enfrentar lo que sea.

Quiet moments for reflection are few and far between, so don’t wait. The sooner you start, the better.

Hard topics can be uncomfortable. Better to start with simple questions, reassure kids their answers are valid and worthwhile.

 Listen first, and then respond as you move to harder topics. And keep your emotions in check. If you get angry, they’ll hold back.

You’re trying not to get emotional, but don’t hesitate to talk about values that are important to you. Kids remember them down the road.

Kids are up against unprecedented mental health and substance challenges. Read up, talk to other parents. (And it’s ok not to know everything.

If the kids leave feeling good about themselves, that’s a win. Let them know they’re loved – and that you’ll help them tackle anything.

Quiet moments for reflection are few and far between, so don’t wait. The sooner you start, the better.

Hard topics can be uncomfortable. Better to start with simple questions, reassure kids their answers are valid and worthwhile.

 Listen first, and then respond as you move to harder topics. And keep your emotions in check. If you get angry, they’ll hold back.

You’re trying not to get emotional, but don’t hesitate to talk about values that are important to you. Kids remember them down the road.

Kids are up against unprecedented mental health and substance challenges. Read up, talk to other parents. (And it’s ok not to know everything.

If the kids leave feeling good about themselves, that’s a win. Let them know they’re loved – and that you’ll help them tackle anything.

Quiet moments for reflection are few and far between, so don’t wait. The sooner you start, the better.

Hard topics can be uncomfortable. Better to start with simple questions, reassure kids their answers are valid and worthwhile.

Listen first, and then respond as you move to harder topics. And keep your emotions in check. If you get angry, they’ll hold back.

You’re trying not to get emotional, but don’t hesitate to talk about values that are important to you. Kids remember them down the road.

Kids are up against unprecedented mental health and substance challenges. Read up, talk to other parents. (And it’s ok not to know everything.

If the kids leave feeling good about themselves, that’s a win. Let them know they’re loved – and that you’ll help them tackle anything.

Iniciadores de Conversación

Comenzar es la Parte Difícil

Comenzar conversaciones acerca de temas sensibles no es sencillo. Pero vale mucho la pena a la larga.

Con esto en mente, he aquí una lista de los iniciadores de conversación.

Estas preguntas tienen la intención de ser preguntas abiertas. Y a cualquier edad, es mejor empezar con temas sencillos antes de comenzar con los difíciles. (Pero no sientas que debes preguntarlas todas al mismo tiempo)

  1. ¿Qué es lo mejor y lo peor que pasó en la escuela hoy?
  2. ¿Quién es tu mejor amigo/a y que es lo que más te gusta de él/ella?
  3. ¿Qué te hace más feliz al final del día? ¿Por qué?
  4. ¿Alguna vez pretendes que eres alguien más? ¿Quién?
  5. ¿Hay alguien o algo que te molesta en este momento? ¿Cómo te podría ayudar?
  6. ¿Cómo sabes en quién puedes confiar?
  7. ¿Para qué eres mejor comparado con tus compañeros?
  1. ¿Aprendiste algo interesante hoy?
  2. Si tuvieras tres deseos, ¿qué deseos serían?
  3. ¿A quién admiras más en la escuela? ¿A quién admiras menos, y por qué?
  4. ¿Vas a tener algunos proyectos o exámenes que te preocupan?
  5. ¿Cómo podría ayudarte a que tu día fuera mejor?
  6. ¿Quién es una persona con la que podrías hablar de cualquier cosa?
  7. ¿Cuál es tu actividad favorita y por qué crees que eres bueno/a al llevarla a cabo?
  1. ¿En qué piensas en este momento?
  2. Si pudieras hacer algo por un amigo/a, ¿qué sería?
  3. ¿Cuál es tu parte favorita y tu parte menos preferida de la semana?
  4. ¿Qué te molesta o te estresa más en este momento?
  5. ¿Cuáles son tus miedos más grandes para el futuro?
  6. ¿Qué es lo más difícil que tienes que hacer normalmente?
  7. Si tuvieras una máquina del tiempo, ¿Qué error regresarías a corregir y evitarías cometer?

Fortalece la Relación.

Hablar con tus niños es como todo en la vida.
Cuanto más tiempo le dedicas, mejores son los resultados.

Así que ahora que ya tienes los consejos y los temas,
he aquí algunas recomendaciones para un éxito a largo plazo.

Los niños se abren cuando se sienten seguros, validados y comprendidos.

Intenta, en el momento, crear una zona libre de juicio.

Escucha primero. Valida lo que están sintiendo, en lugar de decirles lo que piensas con respecto a lo que deberían sentir.

Y sí, los niños definitivamente necesitan un sermón a veces –
¡Pero ésta no es una de esas veces!

Los padres tienden a halagar demasiado a los niños pequeños y muy poco a los adolescentes.

Los adolescentes necesitan alguien que eleve su auto estima tanto como los niños pequeños. ¡Si no es que más!

No esperes hasta que creas que podría haber una crisis para comenzar a hablar con tus niños.

De la misma forma, no necesitas tratar un tema difícil en cada conversación.

Haz un hábito de interesarte. A veces “¿Preferirías…?” o “Poner la cara más chistosa posible” llegan muy lejos.

Hay un increíble poder simplemente al hacer cosas juntos.

Vayan a caminar juntos. Vean una película. Horneen unas galletas.

O – idea innovadora – compartan comidas familiares casi regularmente.
Las conversaciones mientras se comen unos tacos o un espagueti pueden adornar la mesa con relaciones más sanas.

Cuanto más a menudo hables con tus niños, estarás mejor conectado con su bienestar.

Pon atención a los cambios repentinos en sus estados de ánimo, conductas, nivel de energía y apetito.

No se trata de los cambios lentos que se dan conforme maduran.

Se trata de observar los cambios repentinos.

Más allá de los cambios repentinos listados arriba, he aquí algunas cosas que podrías buscar, especialmente si ocurren en grupos:

  • Poco interés o placer en sus actividades favoritas
  • Alejamiento o aislamiento de otros
  • Cambios repentinos en sus grupos de amigos
  • Conductas evasivas o secretas
  • Aumento o pérdida significativos de peso
  • Olvido o confusión, saltarse secciones de los exámenes, etc.
  • Irse de la casa
  • Conductas auto destructivas: Imprudencias, peleas y otras
    formas de hablar/conductas violentas, auto lesiones, interés prolongado en la muerte o el suicidio